El sendero por el que vas es como un bosque donde todo esta lleno de neblina, con arboles tan altos que no permiten que pasen los rayos del sol; donde cada camino es exactamente igual, haciendo que pierdas la orientación. Puedes oír murmullos y ver fantasmas provenientes del fondo de la tierra. El cielo se tiñe de sangre; odias todo y todo eres tú. Tu instinto quiere traerte de vuelta, pero ese mundo en blanco y negro es ridículo ante tus ojos, lo desprecias por que no hay nada que te una a él, y la inercia te empuja a seguir caminando, sintiéndote como un fantasma.